09/01/12.- El derecho a la ciudad, que la actividad inmobiliaria descontrolada le quitó a los caraqueños, el Gobierno Nacional lo está restituyendo a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela que lideriza el presidente de la República, Hugo Chávez.
Así lo expresan en sus comentarios parte de las 62 familias que, provenientes de distintas barriadas en los márgenes de Caracas y tras un año de albergue en refugios, recibieron el pasado 30 de diciembre sus hogares en el nuevo urbanismo construido frente a las escalinatas del parque El Calvario Ezequiel Zamora.
Procedentes de las zonas populares de más alto riesgo afectadas por las lluvias del pasado año, señalan que aún les cuesta creer que estén viviendo en un espacio recuperado para su dignificación.
"Jamás pensé que fuera a vivir en el centro de Caracas. Es un sueño, porque sentimos que nos han tomado en cuenta. Siempre pasaba y me imaginaba cómo sería vivir acá. Ahora, gracias al presidente Chávez, lo vamos a sentir en carne propia; es una realidad", expresó José Morón, padre de una de las familias beneficiadas.
Nostálgico por los amigos y familiares que quedaron en el barrio, José confía en un mejor futuro. Luego de su paso por los refugios, donde desarrolló vocación como articulador social, indicó que su experiencia lo ha transformado positivamente.
"He aprendido muchas cosas, entre ellas, la más importante, la perseverancia, la creencia en este sistema que reivindica la necesidad de la vivienda en sitios de menor riesgo o vulnerabilidad y lo necesario que es que cada quien ponga su grano de arena para mejorar su comunidad", dijo.
Por su parte, Jesús Crespo, habitante del urbanismo, rescata el trabajo colectivo.
"Pasé 13 meses en un refugio luchando, creyendo siempre en este proceso. Ahora, tengo sentimientos encontrados. Fuimos partícipes de la autoconstrucción del urbanismo y me doy cuenta de que el esfuerzo es necesario", dijo Crespo.
"Aquí tenemos acceso al aseo, al gas directo, teléfono. Por ejemplo, el agua; en el barrio tarda hasta un mes en llegar, aquí vamos a tenerla permanente", apuntó por su parte, Ayerín Morón, madre de otra familia beneficiada, quien resaltó el impacto de esa reubicación.
"Esto es historia que podemos contar a nietos e hijos, todos aquellos que han seguido este proceso en el que salimos del barrio para vivir en frente de un lugar histórico, como El Calvario. Lo mejor es nuestra solidaridad, y la aprendimos en el barrio", agregó la beneficiaria.
Según Morón, sólo la confianza y seguridad del pueblo pudo hacer realidad un sueño: el derecho a una vivienda digna en la ciudad.
ANDRÉS PARAVISINI RODRÍGUEZ/ CIUDAD CCS
FOTO E. CURBELO/ARCHIVO
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